6.10.11

No me quieras tanto, quiéreme mejor.


 Capítulo 1. Te sigo echando de menos.
Todavía recuerdo esos ojos, cuando me mirabas de esa forma que me volvía loca…pero todo eso ya está en el pasado, creo que no va a volver.
Y ahora estoy tumbada en la cama recordando todos y cada uno de esos momentos vividos contigo. Miro por la ventana y veo el jardín, empiezo a recordar…
   -Hola bonita, traigo un recado para ti.
  +Uy, ¿ que quería usted? ¿Que recado trae?
   -Son unas flores y traen un mensaje, las manda un chico muy majo.
  +Ah si? A ver, déjeme ver, pase, pase no se que quede fuera.
   -Gracias señorita, ¿puedo darla un beso? Es que lo siento, pero lo necesito, me puede la tentación.
  + Mmm, el problema es que tengo novio, pero yo ya me habría tirado a vuestro cuello.
   -Tranquila, si yo no soy celoso (la besa)
  +Jo, no sé como puedo quererte tanto, eres lo mejor del mundo cariño.
   -Toma Laura, este ramo es para ti. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Que bonitos recuerdos se me venían a la cabeza, pensé: Déjalo ya, joder, vive el presente, no te quedes en el pasado.
Había pasado ya un año y todavía no me había olvidado de ÉL.
   -Me voy Laura
  +Eh, ¿que pasa? ¿Te vas ya a casa?
   -No, no me voy a casa.
  + ¿Entonces que dices?
   -Me voy a Londres, mis padres me han mandado para estudiar un año allí, con una familia… No sé que va a pasar, no sé como estaremos después de un año, es mucho tiempo. Por eso he decidido dejarlo, por el bien de los dos.
   + (Llorando) No puede ser, dime que es una broma, no te vayas joder, no me dejes, te necesito Álvaro…
   -Me duele más a mi que a ti Laura, pero esto solo es un hasta luego, no es un adiós. Hasta el año que viene Laura, siempre te querré (La da un beso en la mejilla)
  +Adiós Álvaro.
Se me calló una lágrima, me la quité rápidamente, habían llamado a la puerta.
   -¿Quién es? Dije. Era mi madre.
  + ¿Qué haces en la cama tirada con esa cara tan triste? Anda Laura, ¿no has visto que día hace?
   -No me apetece nada mamá, déjame.
  +No me digas que sigues rayada por el chaval ese, Álvaro… Laura, tienes que pasar página, sal con tus amigas, diviértete, te lo mereces.
  -Vale mamá, ya lo pensaré, ahora vete.
La verdad es que mi madre tenía razón, no me iba a quedar amargada en casa, era verano y hacía bueno, así que decidí llamar a Andrea, para ver que iban a hacer, a ver si seguían acordándose de mi.
   -¿Andrea?
  +Hola, Laura eres tú? Jopé cuanto tiempo tía, ¿qué tal?
   -Hola, pues bien, bueno. Eh, que te iba a decir? ¿Qué vais a hacer hoy? Es que igual salía.
   -¡Qué bien! Pues no sé, saldremos a las 8 o por ahí de fiesta, así que ya sabes, prepárate, corre.
  +Vale, pues iré… allí me veréis, ¿dónde siempre no?
   -Sí, sí. Un besito.
  +Adiós Andrea.
Me di una ducha de agua fría para quitarme la empanada que llevaba y me puse a mirar ropa, me apetecía ponerme un vestido, pero ¿cuál? Me puse el que mejor me quedaba, el que me había regalado ÉL, casualmente. Me maquillé, me planché el pelo y me puse unos taconazos. Me miré al espejo, no me reconocía, esa no era yo pensé, pero sí, era yo.