Me encanta este tiempo de primavera-verano , es especial. No sé por qué, pero me noto cambiada, diferente... No sé explicar en exactamente qué, pero es una sensación de libertad, de no querer pensar en nada más que en disfrutar, de vivir el presente, de no querer llorar por cosas que no se pueden arreglar, solo quiero vivir la vida, al límite, sí. Equivocarme, rectificar, volver a equivocarme...
La verdad es que me encanta este olor que hay en las calles, de verano. Se respira felicidad, cambio de aires, ilusión... Y sí, no está él, pero ahora mismo no estoy triste, estoy feliz, puede que un 50 %, pero estoy feliz y es lo que cuenta. No quiero llorar, paso de llorar porque él no esta, paso de llorar por cosas que no tienen solución, todo con el paso del tiempo acabará cambiando, ya está no hay mas.
Y si estoy aquí, esperándole para cuando vuelva, pues bien y si no también. No me voy a preocupar más, no voy a rallarme por tonterías que no merecen la pena, voy a dejar de emparanoyarme... (o lo voy a intentar al menos)
Me da miedo de que cuando llegue no me reconozca, de forma física y psíquica, no sé, puede que ya no le guste, puede que todo haya cambiado... y es que ya es un mes y todavía no está aqui... O puede también que yo ya haya perdido la ilusión, que ya no le quiera igual que antes...
O puede que nuestro destino no sea juntos, que termine aquí, que no estemos destinados a estar juntos...
Aunque también puede pasar todo lo contrario, que todo siga igual que antes, que me vuelva a poner nerviosa solo con mirarle, que me encante cuando me besa, que me vuelvan loca sus abrazos, sus te quieros, que me sienta en una nube, que consiga la felicidad absoluta, a su lado...
Sí, sigo enamorada...
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